Una réplica del denominado “Tigre de Venecia”, que tiene un significado bíblico.
Cuenta la leyenda que, en el año 828, un grupo de mercantes italianos lograron robar de Alejandría las reliquias de San Marcos, que es uno de los autores de los evangelios que integran la Biblia.
Esta escultura representa al apóstol porque en sus textos aparece inicialmente Juan el Bautista, que clamó por el desierto con su voz fuerte y feroz como la de un león.
Se erige en la Plaza San Marcos, que es el Santo Patrono de Venecia, “la ciudad acuática”.
Ahora, tiene su réplica en Colonia Caroya.